La marca Creadores España tendrá un reglamento y cualquier diseñador español podrá acceder a ella "siempre que cumpla las normas y requisitos", ha dicho Lomba.
Otra buena noticia es que ACME poco a poco va creciendo. Recientemente se han incorporado los diseñadores Custo Barcelona y Pedro del Hierro. Mientras Hannibal Laguna, José Castro y Purificación García lo hicieron el pasado año.
Con el apoyo del Ministerio de Cultura y de la Comunidad de Madrid, la marca Creadores de España se inaugurará el próximo septiembre en el "shop in shop" de El Corte Inglés de Castellana (Madrid), un espacio que acogerá de manera rotatoria las colecciones de los diseñadores.
El concepto de tienda multimarca Creadores de España se adaptará al canal de distribución, ciudad y país en el que e implante, "variando el número de diseñadores y presentado las marcas idóneas", ha dicho el presidente de (ACME).
Alma Aguilar, David Delfín, Devota&Lomba, Juanjo Oliva, Lemoniez y Miriam Ocariz serán los primeros costureros que venderán sus colecciones bajo el paraguas de la nueva marca.
Cada día, la moda española tiene más presencia en el extranjero. Prueba de ello es que la burgalesa Amaya Arzuaga ha sido admitida por la Cámara Sindical de la Costura de prêt-à-porter para mostrar sus diseños en la próxima pasarela París Fashion Week.
Siguiendo los pasos de Custo Barcelona, por segunda vez, David Delfín desfilará en la New York Fashion Week en la carpa del Rockefeller Center.
Con la editorial Platena Agostini, la Asociación de Creadores de Moda, que cumple doce años y tiene 31 marcas asociadas,está preparando una enciclopedia de la Moda de España en fascículos, que estará a la venta a finales de agosto.
ACME se compromete un año más a la formación de futuros profesionales de la moda y ha firmado convenios de colaboración con la revista Marie Claire, la Universidad Politécnica de Madrid, el Instituto Superior de Arte (IART) y la escuela de Moda y Management Mod' Art, acuerdos que se suman a los establecidos con la revista Vogue, la Universidad Carlos III o el Business Fashion School.
Aunque el pasado año ha sido muy complicado y difícil económicamente, las empresas de (ACME) facturaron más de 442 millones de euros y en la actualidad dan trabajo directo a 4.500 personas, con sus 189 tiendas en España y 69 internacionales.
Datos que Concha Guerra, viceconsejera de Cultura de la Comunidad de Madrid, valora y en los que se apoya para explicar que el diseño español, además de proporcionar riqueza económica también forma parte de la cultura de España, país "dotado para el diseño".
Lo gracioso de ACME es que se considera una asociación sin ánimo de lucro cuando es requisito indispensable ser miembro de la asociación para acceder a cuantiosas subvenciones públicas. Muchos de los diseñadores actualmente subvencionados han demostrado ser un fracaso empresarial, es decir, apenas han sido capaces de comercializar sus productos, abrir mercado y crear puestos de trabajo, y se gastan el dinero en desfilar, hacer imagen, en suma, en hacer el papel de diseñadores glamurosos. Esto se debe a dos factores. Por un lado tal nivel de subvencionaje hace que los diseñadores apenas se planteen la necesidad de crear estrategias empresariales eficientes, sólidas y viables. Por otro lado, gran parte de sus diseños no son de alta calidad, tan solo hay que ver el escaso interés internacional que los diseñadores de ACME suscitan en la prensa internacional y cuántos periodistas extranjeros hay en Cibeles. Finalmente hay que decir que ACME está blindada, es bastante difícil que los jóvenes diseñadores entren a formar parte de la asociación puesto que son los mismos diseñadores quienes deciden quién entra y quién no. Y desde el punto de vista empresarial, ¿quién querría subvencionar a la competencia? Es decir, ¿qué diseñador-empresario querría que su competencia disfrutase de sus mismos privilegios que le sitúan en una posición de ventaja? Lo cual significa que ACME distorsiona la competencia puesto que unos diseñadores pueden competir en el mercado eternamente subvencionados con otros que no lo están y a los que se niega el acceso a la asociación y por lo tanto a la subvención, aunque tengan mejores diseños, más puntos de venta o creen más puestos de trabajo. El que no lo entienda que se pregunte si es necesario subvencionar a la aristócrata Agatha Ruiz de la Prada; si es tan buena diseñadora y empresaria, por qué es necesario seguir subvencionándola. ¿No sería mejor subvencionar a todos los diseñadores solo durante un tiempo en vez de mantener eternamente subvencionados y artificialmente a diseñadores cuya propuesta estética y empresarial no va a ninguna parte? O, ¿Qué pasaría si se dejara de subvencionar a estos diseñadores?. Yo lo sé, muchos tendrían que buscarse otro trabajo. Por eso Brenda Chavez, en su libro “El libro rojo del estilo” habla del espejismo de la moda empresarial española subvencionada.
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